Segundo nivel

PUEBLOS INDIGENAS

Habitaron en las estepas y bosques de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Procedentes del sector meridional del continente americano, ingresaron a Tierra del Fuego desde el norte cuando los hielos de la última glaciación se encontraban ya en franca retirada, hace nueve mil años.

Pueblo nómade dedicado a la caza y la recolección. La presa más importante era el guanaco, utilizando su piel para su vestimenta y para la construcción de sus viviendas, también se alimentaban de zorros, roedores y aves. Eran expertos en la utilización del arco y la flecha . El hombre se dedicaba a la caza y la confección de armas. La mujer tenía a cargo las actividades domésticas, el cuidado de los niños, el transporte de los elementos del toldo y las actividades de recolección de alimentos consistente en frutos y otros vegetales silvestres.

Los Selknam llegaron a constituir una población de 4.000 individuos, pero al final del siglo XlX e inicio del siglo XX, con la introducción de la ganadería ovina que ocuparon sus territorios de caza, fueron desplazados de manera sistemática, luego el descubrimiento del oro en Tierra del Fuego de principio del siglo XX acentuó su persecución hasta llegar casi a su exterminio encontrando muchas familias Selknam refugio en las misiones construidas por los misioneros salesianos, en la Isla Dawson en Chile y Río Grande en Argentina, con el propósito de educarlos y evangelizarlos y así integrarlos a la nueva realidad, sin embargo, la aparición de enfermedades como la viruela resultó letal para ellos.

Actualmente la Corporación Selknam de Chile, integrada por las familias de la comunidad Covadonga Ona trabaja para integrar la ley 19.253 en igualdad de condiciones con los otros pueblos que coexisten en Chile. En junio de 2020 la cámara de diputados aprobó el proyecto que permite incluir en la ley vigente al pueblo Selk’nam como etnia reconocida y protegida por el Estado chileno. El proyecto se encuentra en segundo trámite constitucional, en análisis por la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización del Senado de la República.

Habitaron el territorio estepario desde el Río Santa Cruz hasta el Estrecho de Magallanes. Notables por su estatura que en promedio llegaba a 1.80 cm. Organizados socialmente a nivel de bandas , grupos de 20 a 30 individuos emparentados por lazos de consanguinidad.
El carácter nómade se reflejaba en la simplicidad de sus viviendas, conocidas como Kau. Para su vestimenta usaban la piel de guanaco, se cubrian con grandes capas,  llamadas Kaj o Quillango, usando el cuero hacia fuera y la piel hacia dentro, las pintaban con figuras en colores rojo, azul, amarillo y negro.
Su principal medio de supervivencia fue el guanaco y el ñandú que cazaban a caballo mediante lazos y boleadoras, estas últimas muy típicas de su cultura consistentes en piedras ovaladas o esféricas del tamaño de un puño de una mano, a las cuales les ataban largas cuerdas de cuero que servían de brazo de lanzamiento.
Al contacto con el hombre blanco utilizaron las pieles de guanaco y las plumas de ñandú como trueque por comestibles, aperos y desgraciadamente con el tiempo, por armas y licores.
No eran un pueblo politeísta, eran dualistas, creían en el bien y el mal. Para los Aonikenk existían seres superiores que gobernaban todo lo que sucediera en la tierra y en el universo. Su extinción como etnia pura es atribuida principalmente a enfermedades contagiosas, como la viruela, tuberculosis y a su integración a la ganadería.

Pueblo canoero que habitaba los fiordos y canales del extremo sur de Chile. En sus canoas recorrían desde el Golfo de Penas a la península de Brecknock y hasta el Estrecho de Magallanes.
A sus chozas le daban el nombre de Wigam, consistían en una cabaña hecha de ramas y pieles de lobos marinos cosidas entre sí. Además de sus viviendas en tierra, pasaban la mayor parte de su tiempo en las canoas. Para construirlas tenían dos sistemas: troncos “vaciados” al fuego o cortezas cosidas con filamentos vegetales.
Se destacaban por ser excelentes pescadores y además buenos cazadores. Se alimentaban de focas, lobos marinos, peces y mariscos muy abundantes en los canales mientras que en las costas cazaban huemules, coipos, patos silvestres y chungungos lo que constituían la base de su alimentación. Para conseguirlos fabricaban utensilios para la pesca y la caza principalmente arpones y dardos de huesos cetáceos.
Al igual que los otros grupos australes habían logrado alcanzar una perfecta armonía y adaptación con su medio ambiente del que obtenían el alimento y vestuario necesario para su subsistencia y convivían pacíficamente entre sí. De este pueblo afortunadamente quedan descendientes agrupados en familias concentradas particularmente en Puerto Edén, lugar ubicado en Isla Wellington, al norte de la ciudad de Puerto Natales donde se llega por vía marítima.

Pueblo canoero que habitó en el extremo austral, concentrándose en las orillas del Canal Beagle y las islas situadas al sur del mismo, aventurandose hasta las proximidades del Cabo de Hornos. Su medio ambiente natural lo constituyeron las islas, islotes y canales de esa última extremidad del continente americano lo que les confiere en justicia el título de “Pueblo más austral de la tierra”.
Su sistema de vida fue el “nomadismo permanente” trasladándose por las costas en embarcaciones de hasta cuatro metros de largo, hechas de cortezas de roble sobre una armazón de madera, en ellas se aventuraban en busca de alimentos, siendo su base de sustento casi exclusivamente productos de mar, tales como peces, moluscos, cangrejos, cetáceos y en temporadas estivales las mujeres recolectaban pequeños frutos silvestres en los característicos canastos confeccionados de cortezas de árboles o juncos. Además, las mujeres yaganes se destacaban como excelentes buceadoras en busca de peces y crustáceos.
Los utensilios para la pesca y caza, consistian en arpones, pequeñas lanzas y hondas.
La vestimenta era sumamente reducida: mantos de lobos marinos o de nutrias, que les cubrían hasta la cintura y se lo echaban sobre la espalda amarrándoselos según la dirección del viento, las mujeres agregaban un pequeño delantal y se adornaban de collares y/o pulseras de conchillas, huesos y calamos de plumas de aves.
La llegada a su territorio , a fines del siglo XIX , de loberos, nutrieros y balleneros fue muy determinante para la rápida disminución de su población de por sí poco numerosa. La intervención de los misioneros anglicanos, no logró evitar el contacto pernicioso con los europeos, también para este pueblo  el contagio de enfermedades provocó una gran mortalidad.  A pesar de estas adversidades la cultura del pueblo yagan sigue viva en pocas familias que habitan prevalentemente en la Isla Navarino.

MISIONES SALESIANAS DE SAN RAFAEL EN ISLA DAWSON Y LA CANDELARIA EN RÍO GRANDE 

Las misiones surgieron como consecuencia de los conflictos creados por los colonos que ocuparon los territorios indígenas debido del advenimiento de la ganadería ovina. Se crearon dos misiones: San Rafael en la Isla Dawson fundada en 1889 y La Candelaria en Río Grande fundada en 1895 cerca de la Punta Santo Domingo, ambas fundadas por el Padre Monseñor José Fagnano, prefecto apostólico de la Patagonia y Tierra del Fuego e Isla Malvinas. Se estima que las misiones constituyeron espacios de salvación para muchos indígenas, quienes acudían por cuenta propia o forzados para escapar de los peligros latentes de los colonos, que armados rifles no los dejaban cazar libremente en los campos ancestrales ocupados por estancias ganaderas. Una vez instalada la misión, los padres salesianos la organizaban como pequeños pueblos dotados de los colegios de niños y niñas, iglesia, plaza y casas habitaciones para las familias indígenas, a las cuales le proporcionaban trabajo, educación, alimentación, y los aprendizajes de oficios para hombres y mujeres. También fue necesaria la habilitación de cementerios en cuanto prontamente los pueblos originarios fueron afectados por los colonos con enfermedades contagiosas que para ellos resultaron mortales. En la Misión de San Rafael en la Isla Dawson yacen los restos de más de 600 indígenas, muertos en la misión en el lapso de 20 años, a pesar de los esfuerzos de los misioneros que los defendieron del acoso de los ganaderos y de los buscadores de oro, no pudieron contra las enfermedades contagiosas.Hacia 1911 todos los indígenas de las misiones fueron reagrupados en la Misión de La Candelaria de Río Grande Argentina , de ellos tenemos hermosos testimonios de descendientes de selknam que han escuchado de sus abuelos el paso agradecido por esta misión que ahora se ha transformado en escuela agrícola.
PADRE ALBERTO DE AGOSTINI

En la primera sección del segundo nivel se destaca la figura y obra del Padre Alberto De Agostini por su contribución a la exploración y conocimientos de la zona austral. Nacido en 1883 en una pequeña ciudad de la región del Piamonte, en el Norte de Italia cerca de los Alpes, desde siempre tuvo pasión por el montañismo y la aventura.

Ya como sacerdote salesiano, en 1909, fue enviado como misionero a la Patagonia y Tierra del Fuego. En esta recóndita región del orbe, los salesianos tenían la misión de evangelizar y preservar los últimos sobrevivientes de las etnias Selk’nam, Aonikenk, Alakalufes y Yagan.

Aprovechando su amplio bagaje cultural, Padre De Agostini se le autorizó la exploración del territorio, cumpliendo esta ultima misionde manera relevante mostrando sus dotes de escritor, geólogo, botánico, fotógrafo  y cineasta creando una visión totalmente nueva y positiva del territorio austral siguiendo las huellas de los famosos sueños de Don Bosco Santo.

A partir de 1913 realizó escaladas de las principales montañas de la Patagonia y Tierra del Fuego siempre haciendo presente su investidura sacerdotal y misionera, acompañado por sus cámaras fotográficas, realizando su última proeza en 1956 a los 73 años cuando conquistó por primera vez la cima del Monte Sarmiento, el más alto de Tierra del Fuego.

De Agostini relató sus experiencias en más de tres mil publicaciones en las cuales recopila nuevos descubrimientos e informaciones cartográficas.

El Padre Agostini falleció en Italia un 25 de diciembre de 1960. En su honor, la cumbre más alta (2.850 metros) de Torres del Paine se llama Alberto María De Agostini. Además en la Tierra del Fuego un  Parque Nacional entero, con una superficie de 14.600 km², lleva su nombre.

Sus películas constituyen un legado de un valor incalculable, puesto que son los primeros y de los pocos registros cinematográficos de los pueblos originarios de la Patagonia y Tierra del Fuego contribuyendo a su divulgación mundial.

EXHIBICIONES 

El museo cuenta con cuatro niveles de exhibición de las diversas colecciones donde destacan aquellas que representan la flora, fauna, antropología, paleontología, arqueología, historia y siempre teniendo como referente a la cultura de los pueblos y sus territorios de la Patagonia y Tierra del Fuego

Primer Nivel

Sala Extraterritorial

Fauna Menor

Fauna Mayor

 

 

 

Segundo Nivel

Pueblo Selknam

Aonikenk

Kawesqar

Yagan

Misión Salesiana

Padre Alberto de Agostini

Tercer Nivel

Cosmovisión Selknam

Inmigración

Antártica

Iglesia en Magallanes

 

 

Cuarto Nivel

Enap

Gasco

Mina Invierno

Aviación